Y se detuvo el tiempo,
haciendo antesala al temblor de mi cuerpo
mojados mis trémulos labios
con sutil sabor de deseos
desde la punta de mi lengua
festín al sur de mi cuerpo
desde la punta de mi lengua
festín al sur de mi cuerpo
se entregó mi alma entera
a ese nuestro último beso.
y pude borrar el tiempo,
que he pasado sin tenerlos
por instantes logre borrar los besos
que profanaron tu sagrado templo
cuanto tiempo....
que mundanos resultan otros besos
que paganos se sienten otros cuerpos.
si nada más te siento cerca
y de deseos detengo y puedo
borrar el inminente paso del tiempo.
Oh! cuanto te extrañaba
deliciosos y poderosos besos...
con ese halo de locura
que envuelve todos mis momentos
se despliegan las alas del pensamiento
me hace germinar en tus brazos
cobijando mi cuerpo entero
ponen al descubierto
mis recónditos secretos
entregarme sin medida,
sin aval, sin razón hasta morir en tus delicados besos
3 comentarios:
Es bellísimo lo que has escrito Celestina,de un gusto exquisito.Aunque estoy ausente hasta Septiembre,quería darte las gracias por tus palabras.Lo que ocurrió no fue en mi blog,tengo moderación de comentarios,fue en un blog amigo,pero no ofende quien quiere,sino quién puede y me da lo mismo.
Besos y gracias.
Es la primera vez que encuentro una cita de alguien que conozca la frase que ha movido mi vida desde hace tantos años, la de Spinoza. Sed intelligere!!! Me encanta!!! Grata sorpresa...
Martita, mucho se ha dicho que en esta época que nos ha tocado vivir, el romanticismo se ha ido extinguiendo a pasos agigantados y que el amor ha perdido la batalla final. La sensibilidad ya ausente en el alma de la humanidad, nos advierte de nuestro insano paso por esta zenda empedrada de egoísmo, individualismo, materialismo, egocentrismo e aislamiento y ante este desolador panorama surge una mujer maravillosa que lucha contra esta adversidad con un arma más efectiva que un sable o una cimitarra. Esta arma es el amor convertido en palabra que le da vida, alma y esencia a CELESTINA DE MIS SUEÑOS. Ramón Escalante
MÉRIDA YUCATÁN, MÉXICO
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