A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

13 mar 2011

Caminante buscadora

Suelas que lamen las grietas del asfalto caliente, así me llevan mis pies entre rostros que no se parecen a lo que busco, miradas indecentes, curvas cadenciosas, gestos inmorales que despiertan los placeres, me dejo llevar creo verte y ahí están entre la gente esos ojos inmortales, estas lejos, en medio de todo pero lejos a un lado de la rebanada de sol candente que se desprende lentamente de un cielo malva envuelta una cortina de humo que aspiras en medio de las risas, danzas ligera como si quisieras volar, te miro, solo te miro danzar, estas lejos y no quiero alcanzarte, solo quiero mirarte, mi marcha lenta se vuelve monótona como si el asfalto se volviera miel y mis pasos lo lamieran con la misma suavidad que mi lengua lamió tu cuerpo, como si el asfalto caliente se moviera bajo mis pies y no avanzo, la ensordecedora música se apodera de mis sentidos y se pierde tras el denso humo hilarante que te agita y se escapa de tus labios, ríes y ríes, danzas y danzas, te observo y no estas sola... pero me llamas, escucho en mi mente tu voz que me llama pero no estás sola, tus ojos se encuentran con mi vaga mirada, mi mirada se desvía y se fija en la rebanada  de fuego naranja que se pierde detrás de la línea imaginaria en el horizonte, sigo siendo una caminante silenciosa desapercibida, algunos rostros me distraen durante minutos pero ninguno se parece a lo que busco... cuantas se acercan, cuantas pruebo, cuantas bocas beso en este esqueleto de ciudad hirviente que me trasnocha a plena luz del día, que tanto de esto quiero y no quiero cuanto de mí vive y cuantas veces muero, cuanto de lo que quiero tengo, que tanto de lo que tengo quiero, si solo a ella la deseo. 

8 mar 2011

Rendición

Escondida tras las tinieblas de un recuerdo te busco, luz alada, discordante con olor a muerte, revelaciones guardadas en los bolsillos de la vida que escuecen el pensamiento y la madriguera de mi pecho, donde estas pasado inclemente, que haces escondido tras el umbral de mi sombra cargada de luna llena, que me alcanzas con ojos de ave nocturna, Tú,  que ungiste con tus mortecinos óleos mi cuerpo y dejaste tu semilla detrás de mis pupilas para hacerte de mi visión la dueña y enrarecer el aire de mis aposentos y mis pasadizos secretos, como ave de rapiña clavaste tus garras en todo mi cuerpo... 
Ahógame sacerdotisa en tu veneno febril y enloquecedor, tómame a la fuerza, aliméntate con esta savia inmortal que sale de mis poros cuando me tocas, enceguece mis ojos y ensordece mis oídos para no ver ni escuchar como me alcanzan tus serpientes.
Ven por mi ahora sin clemencia y sin atuendos, llévame a tu altar de sacrificios y bebe cada gota de mi sangre, saca de mis ojos esta luz cegadora que me invade cuando te pienso, te doy mi profanado cuerpo a cambio de un soplido de tu aliento y hazme tuya hasta mi último respiro, aliméntate de la carne tibia de mi sexo, devórate mi piel hasta el último bocado, que no quede de mí ni un rastro, ni un halo de esta alma que tuya está intacta. Haz de mi lo que quieras estoy a tu merced pero nunca jamás me mires a los ojos con ese brillo de inocencia angelical porque moriré antes de ser tuya de nuevo.


5 mar 2011

Etéreos Momentos


En penumbras te recuerdo..
tus labios en la insensatez del silencio,
tus labios que abordaron los rosales tibios de mis senos
y en la eteridad de mi momento se hace un fértil plantío
de mis labios y tus labios en el tímido punto de encuentro...
donde se consume la sed muy dentro.

Despertando mis cálidos y ambiguos deseos 
adueñándose de mi aliento, de mi piel, de mi cuerpo, 
mis rincones, esos donde florecen mis oblicuas pupilas,
anudando mis noches de locura, ataviándose de febril desvelo
que ansioso se amontona en mi pecho.

Y tus labios fueron divino contagio
ungiendo deleites en las comisuras de mis labios 
volviendo a sentir un torbellino con melodiosos bríos 
bebiendo en tus labios lo divino 
por un vago instante tus labios fueron dueños de mis labios 
como turgente corriente veloz que embriaga 
para sosegar esta sed atroz que me acompaña 
adentrándose en mi madrugada.

Sabia te erguiste en mí
allí donde muerde el deseo 
fusionando nuestros cuerpos 
en líneas paralelas, convergentes, divergentes,
cóncavas y convexas,
desatando la ansiedad como hiedra 
con la exigencia de vivir enardecida de placer
en la salve musa de tu querer
y fueron tus labios...