A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

29 sept 2008

Continua el placer


una oleada de calor recorre con locura mi cuerpo, mi piel se eriza al sentir la tibieza de tus manos aferrándote fuertemente a la mía mientras duermes, tu aliento cubre mi cara, es así, tu blanco cuerpo semi desnudo, rozando con el mio, eres tan suavecita, como nubes de algodón, y mi sonrisa asoma, al recordar ese brillo en tu mirada, y me acurruco mas a tu cuerpo, me entrego a los dueños del sueño, meciéndome en las ramas de tu cuerpo. Duermes... si duermes como ángel y yo vigilo tu sueño, hermosa diosa a tus mieles me rindo y caigo vencida por el dulce encanto de tus dormidos besos. con aliento a madrugadas de primavera. y despierto y en mi sueño despierto de nuevo...

19 sept 2008

Me mudé al cielo de tu boca

Son las gotas suaves que se deslizan por tu piel desnuda
dibujando tu figura divina, sensual...ardiente...llenas
de excitación que quema mi piel en un deseo
estremecedor. Extasías mi mirada al ver tu cuerpo
desnudo que me invita a diluirme en tu piel suave de
un amor sincero. Juegas con mi cuerpo con caricias
que eleva mis sentidos y haces perderme en el aroma
de tu amor, tu mirada seductora roza mi piel
haciéndome el amor sin tocarme, excitada en la
provocación de tu voz, haces que te ame con la
fuerza de mi pasión y hundir mi boca en tu flor
humedecida llena de excitación. Descubrimos
sensaciones indecibles que nos lleva a una expresión
inédita de placer, y en un leve gemido se escucha en
el lenguaje del orgasmo que nos hace vivir en el cielo de las bocas. Exhaustas en la mezcla de nuestros suspiros
vemos la emoción de nuestros cuerpos que se
funden en en una mezcla de amor y deseo, y abrazadas hasta el amanecer,
saciadas por el placer, vivimos en el cielo de las bocas al
hacernos el amor.

17 sept 2008

Mi historia...


Mi historia es una historia fácil... demasiado fácil... hasta resulta tonta. Me voy a tener que esforzar mucho para hacértela interesante. Te voy a contar cómo llegué a ser una persona común y corriente.
Yo siempre quise ser una escritora famosa, ganar un premio con reconocimiento internacional.

y aunque nunca llegue a serlo de la misma forma pienso que las fantasías no deberían ser realizables, porque cuando las consigues ya no tienen sentido. Desear es soñar cosas que no serán jamás reales, como ser una buena violinista, sin tener idea de como se toma un violín.
Ser famosa o ganar mucho dinero en sí no tiene gracia, la gracia es cerrar los ojos y verte famosa o rica o pasar de ser alguien común y corriente como yo y con tan solo chasquear los dedos convertirme en alguien famosa y rica. Realmente no lo quieres. Lo que te motiva es la fantasía de quererlo. Sólo somos felices cuando soñamos despiertos acerca de la felicidad futura.
Vivimos en un laberinto. Continuamente andamos por sus calles sin sentido, buscando una salida, que solo la más absoluta casualidad te puede llevar a la salida, al éxito.
Vigilia que tus ilusiones, porque cuando las tienes dejan de ser ilusiones para ser algo, con demasiada frecuencia, porque la realidad supone mucha responsabilidad, dedicación, cansancio, lo que puede resultar decepcionante.
Conseguir lo que quieres te hace feliz momentáneamente, pero en poco tiempo desearás otras cosas diferentes. Luchar por lo que te hace soñar despierta te hace sentirte viva.
No quiero ser recordada por lo que soy, por la manera en que he vivido, me gustaría ser recordada por algunas decisiones que tomé, por la forma ilimitada en que amé, por los conocimientos que adquirí, por la vida que regalé, por la obscenidad de mi inteligencia, por la risa derrochada, por la amistad compartida, por las cosas que enseñé, por los caminos que recorrí, por cuenta de favores que abrí, por olvidar y fácilmente perdonar, por los árboles que sembré, por la serenidad que regalé, por el tiempo que administré, por la locura que diseñé, por las mil formas de amar que inventé y sobre todas las cosas, por la incondicional vida que regalé.

Deseo ser recordada como alguien que cumplió su misión, aunque muera sin saber cual fue...

esa es mi corta historia.

A mi hija; que se hincha de orgullo cada vez que dice: "No necesito Wikipedia, tengo a mi mami"
hija, gracias por creer en mi, ese ya es un enorme compromiso...
Hazme un gran favor: Nunca dejes de soñar en grande...



13 sept 2008

Busca dentro de ti.

Hubo un tiempo, un estado durante nuestra niñez lleno de luz, en que existía una energía, una vitalidad, una frescura, una excitación, un deseo y un amor por la belleza que pudieron hacer de la tierra un cielo. Nuestra herencia es una casa estable donde vivir, pero nosotros la hemos convertido en una fortaleza para la defensa del yo, o mejor dicho, en una cárcel donde condenamos a nuestra energía a debilitarse en cadena perpetua. Sin embargo, nuestros mejores años, sentimientos y fuerzas se nos van en reparar y apuntalar la casa, porque hemos llegado a identificarnos con ella. Para cuando el niño se vuelve un ser social, ha adquirido una falsa convicción de su propia importancia, y lo que en un principio era un sentimiento sano de auto preservación, termina transformándose en un reclamo ególatra de atención. Convierte a una criatura de luz, mágica y llena de vida en un pobre diablo pedante y sin gracia.
La mayoría de la gente ni se da cuenta de esta pérdida, pero otras sí, para éstas últimas, el reconocimiento de la pérdida puede ser deprimente, y/o puede ser el inicio de un viaje de crecimiento. A veces tenemos visiones breves de la luz que nos estimula a seguir en su búsqueda. Y buscamos pero sin saber el qué, unos buscan en el poder y acaparar, otros en las drogas, otros en la religión, pero seguimos amargados y atacando al mundo por habernos quitado algo precioso que teníamos, aunque no sepamos bien lo que hemos perdido. Frecuentemente estamos resentidos y atacamos a aquellos que nos parece que tienen la luz, porque ellos nos recuerdan nuestro vacío. En definitiva, buscamos afuera algo que intuimos que hemos perdido, que no sabemos que es y como no lo encontramos nos frustramos, nos amargamos y nos volvemos agresivos hacia nosotros mismos y hacia los demás.
Pero podemos buscar la luz dentro de nosotros. El primer requisito es aceptar que hay algo precioso que encontrar dentro de uno y no dejarse influir por la sociedad que nos bombardea con mensajes contradictorios, diciéndonos a cada instante que la felicidad está en poseer el máximo posible de bienes materiales que nos haga la vida más cómoda. La sociedad nos engaña, porque si eso fuese así, cada vez seríamos más felices, pero esto no ocurre y cada día vemos más personas infelices, desilusionadas y frustradas.
Esta historia ilustra todo lo dicho anteriormente: En cierta ocasión se reunieron todos los Dioses y decidieron crear al hombre y la mujer; planearon hacerlo a su imagen y semejanza, entonces uno de ellos dijo: -esperen, si los vamos a hacer a nuestra imagen y semejanza, van a tener un cuerpo igual al nuestro, fuerza e inteligencia igual a la nuestra, debemos pensar en algo que los diferencie de nosotros, de no ser así, estaremos creando nuevos dioses. Debemos quitarles algo, pero, ¿qué les quitamos?
Después de mucho pensar uno de ellos dijo: -¡ya se!, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser donde esconderla para que no la encuentren jamás. -Vamos a esconderla en la cima del monte mas alto del mundo, dijo el segundo; a lo que inmediatamente repuso otro: -no, recuerda que les dimos fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está. Luego propuso otro: -entonces vamos a esconderla en el fondo del mar, y otro contesto: -no, recuerda que les dimos inteligencia, alguna vez alguien va construir una esquina por la que pueda entrar y bajar y entonces la encontrará. Uno más dijo: -escondámosla en un planeta lejano a la Tierra. Y le dijeron: -No, recuerda que les dimos inteligencia, y un día alguien va construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la van a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad y serán iguales a nosotros.
El último de ellos, era un Dios que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás dioses, analizó en silencio cada una de ellas y entonces rompió el silencio y dijo: -creo saber a donde ponerla para que realmente nunca la encuentren, todos voltearon asombrados y preguntaron al unísono: -¿dónde? -La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontraran. Todos estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así, el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.