Dibujo tu rostro con la punta de mis dedos
y me encuentro con las chispas delirantes de tus ojos,
ojos que gritan anhelos, ojos que cuentan deseos,
mientras me acerco y me alejo por temor a mi deshielo.
esa bendita sonrisa que me desmaya el cuerpo,
ese sustento divino de tu preciado verbo,
que me envuelve en suspiros y me devuelve el tiempo.
tímidas sonrisas se me escapan con recelo
por tanta historia inconclusa, por tanto deseo muerto.
Te acercas sigilosa, provocándome de a pocos
me despojas de las dudas que tapizan mis paredes
y te cuelgas en mi mente como luz incandescente
para iluminarlo todo, hasta la más oscura sombra.
huyo, me alejo incrédula. de temor se viste mi calma,
callo la voz de mi alma que me grita tempestades,
que me advierten de tormentas y me desnudan el alma.
Me serenas las ansias, me acomodo en mis muros
me devuelves las armas y me acerco se nuevo
y me desarmas de nuevo con tu esencia bonita
más repito en mi mente, -tranquila no pasa nada-
y de a pocos me dejo y un poco mas te a cercas
valiente dama insistente no te vayas,
no me dejes presa en mis muros.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario