Incertidumbre

Con la mente agotada de buscar respuestas,

con la almohada gastada de donar mis sueños,

con la espalda cansada de cargar mis dudas,

con los ojos cerrados para no ver la luna,

con la mente dormida para no hacerme preguntas,

con los labios cerrados para no nombrarte nunca,

despojada de piel para no extrañarte siempre,

con el ansia retrasada en el limbo de mi tiempo

prisionera me incinero en la llama de un recuerdo

que se aviva con preguntas y respuestas que aun espero.

Me invento promesas sin tiempo en este ramillete de dedos

que cuentan los granos de arena de mis cálidos desiertos.

De vez en cuando me pregunto, a dónde se fueron mis sueños

a dónde fue a parar el ardor de aquellos besos,

a dónde se fue el amor que nos dimos cuerpo a cuerpo

a quién le diste la llave del baúl de mis deseos,

quién dividió el camino que trazamos con besos

quién se comerá los frutos que sembramos con esfuerzo

quién despejará mis dudas, sino el tiempo mudo y ciego,

quién me contará mentiras con desdén y con descaro,

si esos ojos ya no me hablan, si tu piel, si tus manos,

si tus labios se han marchado.

Renombrando las quimeras, arropando el frío invierno,

caminando sin fronteras, deseosa de amarte muero,

de entregar a manos llenas la pureza de mis miedos

me desvelo por las noches reviviendo mis recuerdos

ajena de piel y huesos, solo el alma y el deseo.

Tantas preguntas tengo, de incertidumbre me duele el pecho

condenada a imaginarte entregada a otro cuerpo.