Amor perdido, amor dormido,

eres tú quien irrumpes en este cansancio eterno

que se niega a tomar descanso,

se te traban las palabras en el lenguaje del silencio,

con un suspiro perdido en la cima de mis senos,

guardado quedo el aliento y el cansancio del recuerdo,

dormidos están mis besos en el limbo de tus pechos,

y mis piernas se desvelan en el temblor de tu encuentro.

Osado y muy mio el pensamiento y las palabras sin verbos,

mías las rimas sin musa, de mis besos sin tu aliento.

Deja que mis manos suaves

recorran con avidez las fronteras de tu templo,

me instalaré en tu cintura con un rosario de besos.

Ven amor, seduce mis pensamientos

con el ansía de un millón de besos,

deja volar tus palabras como palomas al viento

no te quedes callada...

no dejes que este absurdo cansancio

difumine mis sentimientos,

y si mueren mis recuerdos, siembra recuerdos nuevos,

sedúceme el alma y esperaré en silencio

a que me des ese abrazo que abriga todo mi cuerpo.