A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

10 feb 2011

Extraño sueño....

Extraño sueño...
En una linda, cómoda y acogedora habitación, estaba yo sentada frente a una flameante y cálida Chimenea que despedía el dulce olor a incienso y resina quemada, se respiraba un ambiente de paz absoluta; afuera hacía una ventisca helada que hacia vibrar los cristales de las ventanas y agitaba con fuerza las ramas de los árboles haciéndolas crujir, la claridad de la noche hacia que las sombras parecieran más grandes; los nubarrones se acercaban a gran velocidad y el frío aumentaba. De repente senda gotas comenzaron a caer, no era llovizna, eran enormes gotas que parecían huir asustadas de algún lugar, golpeaban con tanta fuerza mi ventana que parecía que quisieran refugiarse dentro de mi habitación.
Afuera, algo extraño se movía lentamente y llamó mi atención, era una forma humana; limpié con mi mano el vidrio empañado y agudicé mi vista, indudablemente había alguien allí, en medio de la noche y sin ningún resguardo de la tormenta, era una mujer; la lluvia había empapado sus ropas que parecían harapos, su cabello chorreante caía a los lados de su cara, en mi visión podía diferenciar claramente las lagrimas de entre el agua de lluvia que corría por sus mejillas porque eran de un color diferente como púrpura, la imagen estaba como a diez metros de mi ventana y aun así podía ver claramente que movía sus labios como si me hablara pero no podía oír nada de lo que decía y de repente empecé a escuchar una especie de murmullo dentro de mi habitación que cada vez se hacía más audible hasta que asocie el movimiento de sus labios con las palabras que oía justo detrás de mi, dentro de mi cálido hogar; no podía dejar de mirarla, tenía una actitud suplicante, tenía en sus manos una pila de cuadernos viejos arrugados y ahora totalmente empapados y los protegía con como si de su propia vida se tratase. 

Empecé a escuchar con atención sus palabras, me suplicaba que la dejara entrar, que no tenía donde vivir, que solo deseaba un lugar cómodo para dormir y algo de fuego para calentar sus entrañas heladas; que llevaba consigo su único y más valioso equipaje, señalando la pila de cuadernos que arrullaba entre sus brazos de vez en cuando pasaba mi vista al rededor de mi habitación buscando de donde provenía esa voz que escuchaba tan nítidamente, pero era más sorprendente aquella visión de una insistente y desgarradora súplica repetía una y otra vez que le permitiera abrigarse en mi hogar pero no parecía la suplica de alguien de paso, parecía mas a alguien que deseaba algo más que un lugar para vivir, alguien que anhelaba el calor, la comodidad y la paz de mi placido hogar, justo cuando me disponía a abrir mi puerta, desperté invadida por un gran sentimiento de compasión por aquella cara suplicante totalmente conocida. 
no podía apartar de mi mente el torrente de lágrimas púrpura que rodaban por sus mejillas, pensé largo rato  en las bondades que recibo día a día, la paz en mi alma, la gotas de sabiduría que me visitan a diario y me hacen cada día una mejor persona, las cosas que a otros les falta y a mi me sobran, me dormí de nuevo, no sin antes dar gracias a dios por el cálido hogar que llevo en mis entrañas y que calientan mi espíritu todos los días y pedir mucha paz para todo aquel que le hace falta.
Extraño sueño, premonitorio tal vez? ...
nadie lo sabe...
tal vez deba esperar un tiempo a ver si aparece alguien necesitando de mi hogar...
Solo se que por alguna razón no he podido apartar ese sueño de mi mente, talvez deba interpretarlo de una forma totalmente diferente.

   

1 comentario:

Ramón Escalante dijo...

Martha Patricia, todos tenemos una razón, y un porqué en nuestra existencia, que cada uno de nosotros debemos de desempeñar para que la armonía, la concordia y la razón formen los eslabones sólidos que sostengan nuestra felicidad y nuestra supervivencia. Todos los seres humanos podamos encontrarle el verdadero sentido a la vida, ya que poseemos la piedra angular de la felicidad, pero nuestra nula sensibilidad y los tantos problemas cotidianos no nos permiten mirar que precisamente estamos sentados en ella sin darnos cuenta.
La vida actual con todos sus problemas y pormenores nos ha convertido en seres egoístas, materialistas, torpes y hasta groseros, situación que no nos permite mirar la vida con esa sensibilidad tan maravillosa como la tuya, que es como siempre he sostenido la fórmula mágica de la felicidad.
Por eso te imploro Martita, sigas nutriendo nuestras almas con tus inigualables letras, y jamás nos dejes a merced de este mundo carente de sensibilidad y amor.

Como siempre pongo todo mi respeto y mi admiración a tus pies. Ramón Escalante. Mérida Yucatán México.