A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

4 mar 2008

Con pasos firmes

Vamos por la vida tambaleándonos con indecisiones y contradicciones, perdemos tiempo intentando decidir que hacer, nos entregamos a luchas superfluas que nos conducen directamente a mirar el reloj de nuestra vida. Vemos señales luminosas que apuntan a destinos inciertos con atractivas ofertas. En la indecisión pareciera que danzamos en círculos. A menos que tengamos en nuestra poseción el mapa de la fortuna podríamos conocer el camino correcto. Se vale errar, no obstante, lo que no se vale es no levantarse e intentarlo de nuevo una y otra vez; y digo: todo el mundo no puede estar equivocado, jajaja, a lo mejor si.
Entonces comienzo a sentir ese vibrar de mi alma y la piel se eriza deseo gritar de una extraña emoción que me embarga y me empuja aseguir adelante, cerrar los ojos y ensordecer mis oídos ante ese mundo que me grita calificativos desalentadores y mi paso esta más firme que nunca, se que finalmente lograre encontrar el camino correcto, a lo mejor no es perfecto, nadie dijo que lo sería pero es mi camino, me gustan las rutas escarpadas y difíciles, se aprende mucho en estos caminos, ese es mi mundo, grande y pequeño a la vez, grande porque caben todos, y pequeño porque yo lo construí a mi justa medida con mucho y de todo y poco de nada. Mi mundo donde una vez entró el amor y por una extraña razón ya no podrá volver a salir jamás. Mi mundo donde el que entra camina sobre mis zapatos como cuando eramos niños. Al que camina sobre mis zapatos le gusta mi paso firme y el danzar lento, el que sube sobre mis zapatos le gusta la constancia y quiere sentir la seguridad de que al resbalar tendrá manos firmes para sujetarse y subir de nuevo.
En mi pequeño gran mundo, los que están saben que mis pasos son firmes y cuando el vacío, la soledad y la negrura de la noche invaden mi ser, me desnudo despacio... me sumerjo, sin miedo, en mi profundidad... y, cuando haya surcado cada corriente de mi mar, emergeré con fuerza..., solo les miro y me inundo de su luz... con el corazón entre las manos, descorro las cortinas de mis ojos, abro de par en par la ventana de mi alma, en mi pequeño gran mundo todos pueden ver La penetrante luz, la serena calma de una noche de luna...



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