
Carne inequívoca que evoca placeres,
que emanan olores a leche y a miel,
que sacia nuestros deseos
que calma nuestra sed,
es tu carne, es mi carne
que se nutren entren sí
y en el furor de un instante
cuatro pechos...
nuestros sexos, que se rozan
y se acoplan entre si,
es perfecta sincronía,
es la danza de dos cuerpos
que se toman en silencio,
que se dan sin sucumbir
a los besos y caricias
a la entrega inminente
de un abrazo sin fin.
la locura nos arrastra,
fluídos cómplices
manos aletargadas
que recorren por la espalda
hasta perderse en el fin
con la horas contadas
con las ganas insaciadas
con el beso interminable
nos decimos...
hasta la próxima velada
...amor...
1 comentario:
Hola... Lindo poema...
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