Enamorada?

Los días pasan en un sentido proceso de franca recuperación emocional, a veces, solo a veces logramos vislumbrar con claridad la forma que le vamos dando a nuestra vida futura, sin dejar de hurgar en nuestros temores más profundos. Deberíamos limitarnos a vivir lo que tenemos que vivir y dejar lo demás como está, sin embargo escarbamos en nuestra alma porque en el fondo queremos conservar ese "no se que" que le da sabor a nuestra vida; una prenda, un momento, una canción, la lluvia, un comentario, un sabor, un olor, poco a poco nos vamos dando cuenta de que no queda mucho pero no gusta aferrarnos a esas efímeras cosas para no desligarnos completamente.

Y nos preguntamos que es? no sabemos con claridad de que se trata, estamos casi seguras de que no es el amor que aun vive, sino más bien como nos sentíamos cuando estábamos enamoradas; el temblor en el cuerpo, el rubor en las mejillas, el corazón acelerado, las mariposas en el estómago, la humedad en la entrepierna; lo que realmente sucede es que extrañamos todas esas deliciosas sensaciones que nos enloquecían y que nos mantenían aisladas en una rara burbuja y que sucedían únicamente dentro del cuerpo y el alma, mientras afuera solo sucedían cosas contrarias, la trillada frase dice: "el amor es cosa de dos" pero, también dice: "siempre hay alguien que ama más", cuando esas sensaciones ocurren solo en una de las partes, la pareja irremediablemente se encuentra con una muerte anunciada del sentimiento, no importa cuanto tiempo pase o a quien le sucederá primero.

No se puede extrañar lo que no se ha tenido, "El amor de la pareja", se extraña la forma loca y desmedida en la que nos entregamos sin importar nada en un afán por ser correspondidas, se extraña la estupidez que nos invade y que nos hace ver el mundo de tonos rosa, se extraña el imaginar la historia de la vejez al calor de una llama donde yo soy la protagonista, único papel insustituible, y en el fondo sabemos que los demás personajes y roles pueden ser sustituidos en cualquier punto del camino... 

Finalmente puedo concluir que somos nosotras mismas quienes más nos beneficiamos de nuestros propios sentimientos, debemos abrir nuestros corazones para enamorarnos de la vida, sentir mariposas y rubor y calor por la vida, todo está allí solo tenemos que tomarlo, tal vez de un momento a otro aparezca la persona que quiera compartir las alocadas sensaciones con nosotras.