A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

21 dic 2010

Soy libre

Lentamente se desvaneció la espesa bruma que por largo tiempo nublo mis pensamientos, me vi a mi misma frente al espejo y quise recordar el temblor de mi carne cuando en mi mente recreaba nuestros días y no sucedió nada, no hubo tristeza, no hubo humedad, no hubo temblor en la carne, no hubo rubor en mis mejillas, no hubo rencor ni odio, no sucedió nada, solo una extraña sensación de liviandad me invadió de repente y una sonrisa se dibujo en mi cara, se había roto el maléfico hechizo, cerré mis ojos por unos segundos y al abrirlos quería corroborar lo que sentí antes de cerrarlos y aun estaba allí frente al espejo con esa extraña y deliciosa sensación que nunca antes había experimentado. Liberada por fin del pesado lastre, supe que la calma había llegado a mi vida; había malgastado los últimos ocho meses de mi vida conservando inútilmente la esperanza vacía, aferrándome con uñas y dientes a falsos abrazos carentes de sinceridad y besos dejados al descuido en la comisura de los labios.
Fui utilizada?, yo lo permití, no importa, ya paso y ya me liberé
Fui maltratada emocionalmente?, no importa, fue una gran lección y no volverá a suceder
Perdí la fe en las personas?, ya era hora, la gente siempre miente, usa máscaras y se disfraza. Dios nunca me ha abandonado, aun sigo creyendo en él y en mí. 

Hace un par de semanas que camino de tomada de una mano que aun siento extraña, me reflejo en unos ojos que aun por temor no permito que hurguen en mi alma, una voz me susurra palabras dulcemente en mi oído y aun no puedo escuchar otra cosa más que susurros, mi mano se posa sobre su pecho y solo puedo sentir su corazón latir con fuerza, unos labios de carmín besan mis labios y solo me permito sentir el dulce sabor a labial, lo único que he llegado a sentir en cada minuto compartido es la indescriptible sensación de no haber llegado tarde a la vida y eso la verdad no tiene precio. 

Mi vida comienza a tener sentido, tal vez no todo es perfecto, el precio que tendré que pagar por la libertad de mi alma y de mi cuerpo será muy duro pero lo pagaré, porque mi libertad y mi bienestar tampoco tienen precio.
A partir de ese instante dejé de sentirme objeto de burlas, deje de ser la máscara mal maquillada objeto del odio plasmado en letras absurdas, se rompieron los hilos de la fiel marioneta. 

Dejo todo en manos de Dios y en la conciencia de los que poseen una y si es que quieren reivindicarse y hacer las cosas bien.

Gracias Dios por no dejarme morir en el intento.

1 comentario:

Martha Arango dijo...

La libertad se siente extraña, cuando la tenemos no sabemos que hacer con ella, pero finalmente termina gustándonos...