A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

6 may 2009

Escribiendo sobre Una...

Una se debate siempre entre las cosas simples.
Una se cuestiona todo el tiempo la estructura de sus dias.
Una se satura de rutinas inesperadas y voraces.
Una se enferma de cansancios grises.
Una quiere gritar desesperadamente: Basta!
Una acaba ahogándose en sus propios condicionamientos.
Una sobrevive a sus propias ambigüedades.
Una se asimila.
Una sufre la falta de los otros.
Una necesita volver a empezar contínuamente.
Una vuelve a caer y amenaza con abandonarlo todo.
Una se trepa a si misma escalando las rocas de la cumbre.
Una mide las posibilidades de triunfo y de fracaso.
Una sonríe con esa sonrisa que -le dicen- es fresca.
Una quisiera llorar un dia entero.
Una descubre a sus lagrimales secos.
Una busca debajo de las piedras.
Una salta al vacío algunas veces.
Una se eleva y cierra los ojos.
Una se duerme al frotar sus piernas sobre la otra.
Una disca un número en el teléfono, otro y otro.
Una ama a las calles vacias.
Una ama las calles llenas de gente.
Una se deprime en los domingos por la tarde.
Una sabe a café por las mañanas.
Una se mira al espejo y no se arregla.
Una se plantea dudas de existencia.
Una quiere irse, irse, irse...
Una se queda.
Una escapa en barcos tensando velas de muchos no sé que.
Una se cierra.
Una descubre a la otra con caricias.
Una se brinda.
Una prefiere las penumbras.
Una fuma, intenta escribir y fuma, escribe y fuma.
Una no grita, no, nunca grita.
Una incorpora el café con papas fritas.
Una se asfixia.
Una se vé distinta en una foto.
Una se olvida.
Una trabaja por las noches.
Una cuenta los días.
Una corre, corre, corre tanto con las manos extendidas.
Una activa siempre a sus despertadores.
Una se retrasa.
Una pide disculpas.
Una se aferra a sí misma.
Una descubre de golpe sus errores.
Una se torna epifánica.
Una quiere sushi, pero no quiere abrir tanto la boca.
Una quiere, quiere, quiere, y cuando obtiene lo que quiere, entonces ya no lo quiere.
Una espera otras respuestas,
Una desiste, una se cierra...

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