Amor, desamor, recuerdos, vino y tu

Y pienso en ti
a la una de la madrugada.
no se cuanto vino hay en mi cabeza.
El viento suena solo en mis oídos
y en el cristal de mi ventana.
Viento de lluvia pero no llueve
y un cuarto creciente de luna.
Luna. Luna pálida
porque ha bebido mucho vino
y mi mano acaricia la almohada.
Vino y lágrimas
pienso en ti.
No sé si hay más vino que lágrimas
en la copa que sostiene mi mano
Da igual.
La una de la madrugada.
La una y cinco...
la una y diez.
La una y quince
y me abandona la luz
y sueño camino del alba.
los vapores del vino se mezclan
con el humo del incienso
que se disuelve en el aire
seré tuya para siempre.
Y pienso en ti.
Las dos. Las tres y no amanece
y la noche es larga
como un tren infinito que llora nostalgias.
Las tres. Las tres y cinco.
Las tres y diez.
Las tres y quince
Creerás que me emborracha el vino.
No es verdad.
Cada vez que respiro
llega a mi sangre
y a mi alma rota que me dejas.
rompe la noche la luna
y sueño caricias de ayer.
No me quejo, espero paciente.
tal vez encuentre el olvido
tras beber la última gota.
El cristal que transparenta el vino
cuenta la inolvidable historia:
Una linda mujer, tímida, nerviosa, e imprecisa,
que recuesta su cuerpo en una cama de rosas
que se siente mas mujer.
El vino se derrama sobre mi cuerpo,
mancha de imborrables recuerdos hasta las entrañas
ella se quedo con las copas marcadas
con las huellas de nuestros labios
las copas se perdieron en el tiempo
yo me quedé con los recuerdos,
porque solo yo lo recuerdo.
Las cuatro. Las cinco.
las seis....
Amanece otra vez. Y pienso en ti.
Pienso en ti. Amanece otra vez.
Hoy seré princesa de nuevo hasta que
se acabe la luz del dia,
donde mi esperanza se cifre
en el corcho de otra botella de vino.
Seguro que hoy si encontraré el olvido
tras la última gota.