A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

5 jun 2007

El extraño dia de hoy

Hoy fue un día realmente extraño, acababa de salir de la ducha y mientras me vestía para el trabajo sentí un fuerte impulso de llamarte y decirte solo "buenos días mi amor", sabía que era muy temprano para realizar la dichosa llamada, decidí esperar un poco, pero los minutos se hicieron tan irresistiblemente lentos que no pude soportar más, me perdí entre vestirme y llamarte, ganó la segunda opción, intente llamarte a tu casa pero los repiques interminables solo cesaron cuando sonó la inminente contestadora y no tenía otra opción que colgar dí un par de vueltas confusas y marque tu número en mi celular, los repiques parecían interminables de nuevo hasta que finalmente escuche tu voz somnolienta, mi corazón latió mas rápido, y no supe que decir, finalmente atiné a decir "buenos días mi amor, ahora puedes seguir durmiendo" y colgué, no supe si me escuchaste, tampoco supe si me respondiste algo...
por alguna extraña razón estaba muy aturdida y con una presión en el pecho... Ya no extrañas despertar con mi voz...
La mañana transcurrió lenta revisé, un par de veces el reloj que se encuentra en la pared frente a mi escritorio, parecía no avanzar pese al volumen de trabajo, el ir y venir de las enfermeras, el recorrer el centro de un servicio médico a otro, el tipeo de un sinfín de formatos inútiles que hacen parte de trámites burocráticos innecesarios, para justificar el cargo.
La dichosa llamada que esperaba con ansias nunca llegó, revisé incontables veces la señal de mi teléfono celular, podía no estar funcionando bien, pero no era así, estaba perfecto y no sonaba, envié algunos mensajes que jamás llegaron a su destino, nunca obtuve respuesta. Llegó el momento en el que debía ceder, ya era casi medio día, con manos temblorosas marque tu número, sentí que el corazón se me saldría del pecho, sentía un susto como si estuviera algo malo, por un momento temí que desviaras la llamada o me respondieras en un tono que me disguste y rápidamente colgué sin esperar que que contestaras, solo un par de minutos más tarde pensé, "pero que de malo puede haber en que la llame para saber como esta?, tal vez le guste mi llamada" pensé... esta no es una competencia de quien resiste más, acto seguido volvía a marcar tu numero, un par de repiques y lo que mas temía: desvío de llamada, solo un pequeño instante pasó cuando recibí un mensaje de texto: "Amor toy el el banco luego t yamo" (Diosss que manera de escribir) hora: 11:12:15 am, la espera se hizo eterna, sentí que no debía presionar, siempre te molestas cuando insisto, solo espere impacientemente, el reloj de la pared frente a mi escritorio seguía sin movimiento. si tan solo llamara! finalmente se puso en el reloj las 12 del medio día, sin mucho apetito comí, el aire acondicionado se hacía cada vez mas intenso, siguiendo con mi rutina diaria al terminar de comer fui hasta el dispensador de agua y tome una gran cantidad, y baje a calentarme un poco con el sol del medio día, siempre chequeando el buen funcionamiento en mi teléfono que continuaba inerte, ya casi la una de la tarde hora de comenzar nuevamente la jornada decidí intentar llamarte de nuevo, un par de repiques y oí tu voz eufórica, mas bien fingida un par de palabras para decir que estas muy bien, de forma muy extraña se corto la llamada que duro escasos 25 segundos, y no volviste a llamar, 10 minutos mas tarde decidí intentarlo de nuevo, al fin y al cabo se había cortado la comunicación estaba bien justificada la llamada, Dios cuanta angustia sentía, porque no podía llamarte tan solo porque así se me antojaba? porque tenía que haber una justificación, intente de nuevo y solo escuche un pequeño murmullo que decía "te llamo luego estoy en el banco", finalmente desistí de llamarte de nuevo, no era justo, a quien no le cuesta dinero llamar el único motivo que tiene para no hacerlo es que no quiera hacerlo, alguien que se la pasa gran parte del día hablando por teléfono no se le puede exigir una llamada corta para decir "hola, solo me acorde de ti", en fin cualquier actividad fue buena para olvidarme del dichoso aparato que finalmente una hora mas tarde sonó, ya no estaba de muy buen humor, pero logré disimularlo muy bien, era una de esas llamadas que me gustan, pero esta vez me sonó extraña, en fin escuche con atención lo que me decías, tu voz sonaba muy agradable cargada de cierto tono erótico, decías que mis pensamientos eran tan fuertes que te tenían en una intensa excitación, tanto que te tocarías, mientras hablas conmigo, decías también que si todo salía como esperabas pasarías por mi esta noche y me llevarías a un hotel, algo embarazoso pero muy excitante, de forma repentina cambiaste el erótico momento para decirme que pensabas que te había sido infiel, dijiste que tenías la sospecha de que había tenido algo con alguien... que equivocada estas, la verdad es que no me conoces nada, sabes que soy incapaz de hacerlo, te comente como había divagando mentalmente en posibilidad de tener una aventura pero siempre con poco éxito. en fin eso no es realmente importante, lo mas curioso aquí es que mi mente creativa logro desarrollar un tema escrito aquí con el título: "Aveces pienso" y que de no ser por que tengo la certeza de que no puedes entrar en la página, diría que lo leíste y pensaste que era una historia real, pero no, eso no es posible cambié la dirección solo para que no pudieras entrar más, es como si leyeras mi mente, como si me presintieras, pero no puedes intuir que mi cerebro esta pegado a tu imagen, a tus palabras, a tu voz todo los minutos del día es injusto, por otra parte no es tan malo que pienses que puedo estar con otra persona así tal vez me prestes un poco más de atención.
Aún no termina mi día, sigue siendo muy extraño, aunque con la misma rutina de todos los días, tal vez el relato no tenga nada de extraño, tal vez simplemente la extraña sea yo.

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