A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

3 jun 2007

*Solo unos minutos más

La jornada casi concluye, la ansiedad y el deseo reprimido han sido recompensados. Es tiempo del abrazo, del beso infantil y las caricias mansas.
Disfruto el verte descansar a mi lado luego de que la piel se agotara y la imaginación quedara satisfecha, eres tan bella así dormida dibujando esa leve sonrisa inconsciente.
Tu piel me huele a mujer, mi mujer.
Paciente reconozco tu cabello color dorado, esas cejas escasas y la textura de tu cara linda, sientes mi tacto y te amoldas a mi cuerpo regalándome la delicia de sentir tus pechos apretándose contra los míos haciendo que despierte antes de lo planeado mi viciosa lujuria. Subo tu pierna abrazándome con ella para sentir la comodidad de tu pelvis, te erizas emitiendo uno de aquellos gemidos que sabes me transforman. Me susurras que eres mía al tiempo que me miras deseando rebosar la veracidad de tus palabras en mí, no es necesario amor, juntas hemos creado un idioma de piel sin encriptaciones, que anuncia lo que desea incluso sin nuestro consentimiento.
Este es el cielo sin duda, sentir tu plenitud y la mía confinándose a un eterno segundo de vida en esta maldita vida.
Tú duermes y yo deliro, rehaciendo memorias de inútil incertidumbre que debo desaparecer antes que tú sospeches.
Mis abrazos siempre te asfixian entre sueños, es que el cuerpo quiere irse contigo, repito con insistencia la situación hasta que logro despertar tu letargo.
La hora preguntas siempre y yo gruño al contestarte. El contador ha sonado, el cielo deberá empacarse nuevamente al lado de tu cordura y mis horarios.
Arrastro tu mano a mi sur y tu boca a la mía para que sientas la humedad de ambas, te resistes y me exaspero en la búsqueda de excusas que logren mantenerte conmigo solo unos minutos más mientras te despojo de tu ropa casi lista y enloquecida pierdo el rostro entre tus senos que saben a sal de mi cuerpo, a sudor entremezclado, a lujuria poco extinta. Cedes al fin y sonrío. Te acoplas a mí y te lanzas con fulgor en la gran competencia usando de riendas mis manos, bajas a mi boca de vez en vez para desquitar con tu lengua los deseos de sentir al tiempo dos sensaciones. Cambias de postura para entrar en mí y llegar hasta lo más profundo sin apartar los besos de fuego que obligan a dejar de herir tu espalda con mis uñas y apoyarme fuerte para resistir y combatir la envestida. Dejo tu boca y me concentro en solo sentir, estallaré pronto; te lo digo, mas ya lo sabes y te place, te mueves por rutas trazadas por nuestra confianza perpetua, solo dos segundos más, alumna de mi piel que ahora recorre sola y porfiada mis enredados deseos, nuevamente lo has logrado. Expiro.
Me acaricias y ahora eres tú quien me observa como vislumbrando su obra maestra, sin piedad o acaso por ego, preguntas si estoy bien sabiendo perfecto la respuesta: de maravilla.
Mi bono extra termina y me obligo a vestir el cuerpo, más mi alma una vez más se queda desnuda y delirante esperando, ya con ansias, un nuevo encuentro.

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