A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
A todos ellos les invito a explorar los rincones de mi baúl...

8 ago 2010

Los Sábados traen sorpresas...

Esto va de como hacer vida social cuando intentas deshacerte de un pasado y hacerte de una vida nueva...

Sábado en la mañana; día de reunión familiar (cumpleaños del hermano del esposo de la hermana de la prima de alguien que no representa ningún peligro en tu deplorable estado), te entusiasma la idea, tal vez sea mejor opción que quedarte en casa y ver el techo, pensar en lo que ya no es y deprimirte, aunque pensándolo bien nada es mejor que pasar el día en pijama, no comer si no te apetece, llorar, echarle la culpa de tu tristeza al desastre en el que se ha convertido tu vida y no hacer nada para cambiarlo, porque en realidad no quieres dejar de sufrir; pero hasta eso se hace costumbre, disfrazar la pereza con depresión, gastar energías valiosas en tratar de que nadie se de cuenta que estás sufriendo para no dar explicaciones, en fin se ve como un cuadro patético y por eso intespectivamente le das una tregua al tan patético sufrimiento...

Sábado al mediodía te arreglas un poco, las huellas de la tristeza se aferran a tu rostro, las disfrazas con un poco de polvo compacto... (trabajo que toma su tiempo)llegas al lugar y está repleto de gente, familiares, amigos y los amigos de los amigos. Todo va bien. Después de los saludos masivos besos y abrazos sobreactuados, el polvo compacto se ha caído de tu rostro, parece que todos se pusieron de acuerdo para hacer la pregunta obligada, en otras circunstancias podrías pensar, pero que falta de cordialidad la de esta gente, acaso nadie va a preguntarme por ella?, hasta llegas a imaginar la fila india que hacen cada uno de los presentes para preguntar por ella; "y como esta ... ?, y porque no esta aquí? y la nena como está? vendrá un poco más tarde? va a venir?, llámala a ver si viene!, y por un momento dejas de oír tantas preguntas, te repugna el lugar, la gente, quieres huir, y solo respondes tartamudeando y desviando la mirada, No vendrá hoy!, tiene un compromiso y no vendrá!, no vendrá pero envió besos y saludos para todos... en fin una verdadera tortura, Aplica a la cotidianísima "Ley de Murphy" lo que no quieres que suceda es exactamente lo que sucederá.
entonces sobre actúas y pareces más feliz de lo habitual para que nadie se imagine nada, cuando crees que ha pasado el tormento vas con tu trago en la mano, sonriendo ampliamente y moviendo tu cuerpo al son de la música y te percatas de que "esa, justo esa" era nuestra canción" tu mirada divaga entre los invitados y de repente tropieza accidentalmente con la mirada escrutadora de esa monumental figura desconocida que esta sentada en un apartado rincón, te sientes como si estuvieras bajo la potente luz verde de un Scanner, no sabes que hacer, te sientes descubierta como si llevaras "ese letrero en la frente" habías empezado a olvidar que se sentía, apartas tu mirada de forma incómoda y como si tus ojos tuvieran un resorte vuelven a la misma dirección, no lo puedes evitar, el calor sube a tu rostro, ahora el agotamiento es por que nadie se de cuenta que lo estas disfrutando, ¡ho no, Estás coqueteando con esa chica que te mira de forma extraña! y como por trasmisión de pensamiento ambas se dirigen a la ventana más cercana, sacas un paquete de cigarrillos sin empezar de tu bolso y sin decir nada le ofreces a tu acompañante desconocida, enciendes su cigarrillo rozan sus manos al tiempo ella susurra en tu oído "calma que no haré preguntas tontas"... y te preguntas, de dónde habrá salido este ángel?... la tarde de fiesta familiar cambia de color tomas tantas cervezas como tu conciencia puede permitir. largas charlas sobre cotidianidad sin perder la mirada de enlace con lo que queremos ocultar.
Sábado cerca de la media noche; has reído tanto que te duele la panza, una docena partidas de dominó todas ganadas, son las mejores compañeras... de juego, y ni hablar de las largas conversaciones, surgieron un millón de temas, excelente compañía, (aprovechas porque tal vez no se repita, en el fondo te niegas a dejar pasar lo que ya pasó, se asoma un dejo de culpa, lo ocultas en la cartera) hora de la despedida, temido momento, prefieres pensar que no se repetirá... y Taraaaaan! ella te dice, Dame tu número y te llamaré para darte información de.... lo que sea, sonó a excusa pero no tienes remedio que decir: claro toma nota, y ella con un brillo extraordinario en su mirada como quien promete algo, dice: Te llamaré...
Y yo que quería quedarme en casa sufriendo...

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