
Una noche, ella ofreció a su amante su sangre, le pidió que la bebiera, pero su amante, un ser inmortal y quizás eterno, se vaporizó ante ella y desvaneció en el aire.
A los amores prohibidos, a los no convencionales, a los amores que se vuelven murmullos entre los que se creen perfectos... a los amores que no conocen fronteras, a los que se les opone el mundo y a los que no admiten un no por respuesta...
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