En sueños...

Me quedo en silencio y escucho mi voz que susurra al viento nuevas melodías, que encarnan tu rostro dibujado en el cielo, brisa fresca que me arrastra y se hace etérea tu mirada, mi cuerpo tiembla y se esconden mis lágrimas, trato de alcanzarla y no puedo, me duermo y me despierto en un oscuro destierro de un alma enajenada, omnipotente me estremece, me lame mi carne y me roba el silencio, se escapan gemidos y mis ojos delirantes se cierran y doblegan las ansias de tenerte. Abro mis puertas por si quieres irte, pero más te quedas y te aferras y te quedas y te quedas, yo te doy mis bendiciones y te colmo de deseos pero y aun así, te quedas, como el perfume de la piel, como el sueño cada noche, inminente y necesario, te repartes en el aire y te haces polvo, sol y lluvia, y te quedas repartida pero no quieres irte, yo te tomo entre mis brazos te acomodas y susurras los te amos necesarios, los deseos se engrandecen de tenerte para siempre y te aprieto fuertemente y te esfumas en el aire como ente pasajero, como gases del espacio y te muestras desde lejos de colores llamativos y yo estiro mis brazos para poder alcanzarte, y tu me miras desde arriba como un pájaro que vigila su nido, para que nadie se acerque a tu centro prohibido, más retozas y te quedas, solo un poco más, te quedas, pero no quieres quedarte en este nido tibio, tampoco lo abandonas solo abres tus alas en vano intento simulado de partir, levantas vuelo y recortas la fuerza para luego volver, cansada del inútil intento de partir, yo te espero y te mimo y te cuido del mal tiempo que te azota fuertemente, te dibujo corazones, te alimento con besos te cobijo entre mis brazos pero antes, abro puertas y ventanas por si en algún triste momento quieres partir de nuevo, por ahora quédate acurrucada en mis brazos

Demiurgo