Y vas siguiendo mis caminos, desvirtuando mis conductas, mis prácticas infantiles, mis lágrimas repentinas.Estás entretenida evaporando recuerdos y juntando retazos que voy surciendo con madejas gruesas e hilos opacos, de colores de tardes amatistas.
Voy contando los pasos y descontando los días, en el fondo siempre quise el final feliz donde los pasos y los días se encuentran, como si tuviese la certeza de que allí me sentiré protegida de mis miedos.
Invento, discuto, imagino, planeo, titubeo.
Por un momento me sorprendo serena, apaciguando discursos que a veces parecen tomar posesión de mi pecho, cerrando los ojos y sonriendo sola y entonces todo deja de ser monocromático, y amo y canto, como aquellos días...
Me voy rectificando con mi esencia y mi virtud
Debo admitir...
Siempre me costó reconocer la aparente y fina diferencia entre necesidades egoístas y amor sin condiciones
Intuyo que el fantasma de la noche temeraria va pasando
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