Nos perdimos...

Ya no se de ti , ya no se de mí, solo se que te perdí, solo se que me perdí, ya no somos, ya no estamos, ni vibramos al sonido mudo de las voces, ya no hablamos, ya no estamos, nos perdimos, yo ya he muerto... solo el eco queda en mí de tu voz adormecida, del letargo de la noche vacía que me envuelve y me recuerda que no estamos, que no somos, me recordarás, y me sentirás, cuando evoques los momentos vividos en mi boca , de gemidos ahogados, de mil orgasmos vividos, de mi piel de mis manos que te dieron la vida , desearás mi boca, desearas mis manos, desearas mis ojos que te exitan con mirarlos, me reviviras por siempre en cada mano que te toque y me sentiras de a pocos cada vez que otra te bese, y no estaré... ni la mano, ni la boca, ni los ojos, ni mi cuerpo... porque ya habré muerto.
Aun después de mi muerte sentiras angustia por seguir deseándome...

Martha Arango.